Para realizar estos bordados las artesanas desarrollan un trabajo arduo que comienza desde la compra de manta de algodón y lino, el trazado de las figuras, la elección de los hilos y su combinación bajo la siguiente creencia: En emplear hilos en tonos pastel, era calificada una “actitud mestiza”, y los otomíes preferían los colores vivos, contrastantes y llamativos, por tanto se decidió que deberían realizarse: un hilo de color claro seguido de uno encendido para así hacer llamativo el dibujo y combinar dichas culturas, se utiliza la puntada denominada “pata de gallo” la cual no permite el desperdicio del hilo.
Originalmente sólo se hacían lienzos, los primeros dibujos que se pintaban conformaban en llevar una estrella de ocho picos en el centro y dentro un águila bicéfala u otro animal; afuera iban la flora y la fauna de la zona. Cabe recalcar que los tenangos no fueron siempre multicolores sino todo lo contrario, solamente se utilizaban los colores negro y rojo; con el paso del tiempo se pudieron obtener varios colores para así hacerlos más atractivos, en la actualidad se confeccionan desde carpetas, todo tipo de mantelería, cortinas, prendas de vestir casuales y de gala, e incluso cuadros decorativos, portavasos, agendas, fundas para lámparas, licuadoras, sillas, almohadas, cojines, cubrecamas, centros de mesa, tapetes, caminos de mesa, carteras, cosmetiqueras, tortilleros, delantales, rebozos, portarretratos, agendas, quexquémitl, separadores, porta celulares, y una gran variedad de cosas más.
También se realizan estas artesanías con hilo de un solo color (monocromático) o multicolores y con diferentes telas según la necesidad de los compradores utilizando (manta cruda, negra, blanca, seda, lino, piel, lana, mezclilla, etc.) se realizan más que nada en los ratos libres de las artesanas, como una forma de participar en la economía familiar y rescatar este valor cultural.
Historia de los bordados
Los tenangos reflejan antiguas tradiciones, ya que el modelo figurativo de la mayoría de los dibujos procede de las pinturas rupestres de la cueva “NZESTNI” (Sembradío de pinos) ubicada en el lugar llamado “El Cirio” a 5 kilómetros de la comunidad de Tenango de Doria; también los conforman figuras humanas “zoo formas”, plantas de regiones boscosas y los motivos de fiestas populares de esta región, otros simbolismos que tienen los tenangos son que representan la cotidianeidad de los poblados hidalguenses así como y el Día de Muertos, la feria de la región etc. Estos últimos se plasman porque de ser comunidades totalmente católicas de un momento a otro cambian su ideología y deciden la gran mayoría de sus habitantes volverse protestantes, ideología que los orilló a desechar todas sus tradiciones y costumbres por considerar que no eran correctas para su nueva religión, así que dejaron de practicarlas lo cual solo fue por apariencia, porque con el tiempo, hemos percatado que son costumbres que perviven, que sus puntos de encuentro social continúan y se están plasmando en los “tenangos”.